7. El Primer Ministro debe presionar para que los cuatro componentes del aparato de seguridad del estado trabajen en estrecha coordinación, bajo la dirección de política y supervisión del gobierno. No se debe permitir que estos mecanismos sigan políticas de forma independiente. Al mismo tiempo, se debe considerar cuidadosamente el manejo de las relaciones civiles -militares, asegurando un equilibrio adecuado entre el gobierno y las fuerzas armadas.

8. El primer ministro debe tener cuidado con la presión de los medios, ya que la cobertura de los problemas camboyanos ha adquirido un tono «emocional» y sensacionalista, comparable al estilo de informes observados en casos de delitos domésticos de alto perfil. La cobertura de los medios que prioriza las calificaciones a través de la narración emocional y el sensacionalismo juega un papel importante en el alimento del sentimiento nacionalista y militarista. Los críticos argumentan que el papel de los medios de comunicación a este respecto es poco diferente en Tailandia de lo que en Camboya, a pesar de que el panorama de los medios de la Sociedad Tailandesa debería ser de un nivel mucho más alto.

9. El Primer Ministro debe considerar cuidadosamente las propuestas de grupos conservadores extremos que abogan por la cancelación del MOU 2000 y 2003. Tal cancelación beneficiaría a Camboya al eliminar el «marco para las negociaciones» y requeriría la creación de un nuevo acuerdo, que puede no ser tan ventajoso para Tailandia. Se alienta al primer ministro a leer ambos documentos personalmente y con una mente abierta, ya que no son largos.

10. Como Jefe de Gobierno, el Primer Ministro debe centrarse en dos cuestiones estratégicas cruciales para el futuro: la estrategia para las relaciones tailandesas-cambodianas y la estrategia para administrar la frontera tailandesa-cambodiana.

En conclusión, el profesor emérito Surachart comenta que estas 10 consideraciones apuntan a proporcionar dirección para resolver la crisis de Tailandia-Cambodia de 2025, con la esperanza de lograr un resultado estratégico positivo para Tailandia. Tal resultado sin duda sería políticamente beneficioso para el primer ministro y su gobierno.

Prof. Emérito Surachart Bamrungsuk



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