La estrella de Twitch, Pokimane, se encontró en el centro de una tormenta de Internet luego de la reciente revelación de una transmisión en vivo. La streamer marroquí-canadiense, que cuenta con más de 9 millones de seguidores en Twitch, compartió su desconcierto por un hombre que le ha estado enviando mensajes directos persistentemente durante varios meses, mientras mantiene una relación que llevó a su reciente anuncio de compromiso en Instagram.
Durante su transmisión, Pokimane expresó una mezcla de confusión y enojo por la situación. «Dime por qué este chico me ha estado enviando mensajes de texto durante meses, tratando de conectarme, respondiendo a las fotos de mi vestimenta, etc. Y acaba de anunciar su compromiso en Instagram», comentó. Su frustración parecía surgir de la naturaleza ambigua de las interacciones: “Está en esa zona gris de decir, no creo que esto justifique enviarle un mensaje a la chica y decirle, ‘hola chica’. Pero también es jodidamente extraño. Por otra parte, tal vez estén en una relación abierta. No lo sé.
El clip rápidamente ganó fuerza en las redes sociales, provocando una discusión generalizada sobre las complejidades de las relaciones parasociales (donde los fanáticos desarrollan vínculos emocionales unilaterales con figuras públicas) y los límites que deberían existir entre los creadores y su audiencia.
La reacción en línea fue rápida y variada. Muchos espectadores simpatizaron con Pokimane y reconocieron que ella, como muchas mujeres en su posición, a menudo enfrenta interacciones incómodas y confusas con sus admiradores. Un comentario destacó la preocupante realidad con la que se enfrentan muchas figuras públicas: «El hecho de que tales patrones de comportamiento sorprendan a algunas personas en la sala me da la impresión de que no saben una mierda sobre el mundo. Qué lugar más feo».
Por el contrario, algunos comentaristas sugirieron que Pokimane estaba exagerando. Un tweet señaló: «Espera, ¿entonces ella ni siquiera se molestó con los mensajes directos, él siguió adelante y ahora ella está enojada?». Otra pregunta cuestionó su respuesta y preguntó: «¿Por qué no la bloquearon si él estuvo tratando de estar con ella durante meses? Además de eso, ella estaba revisando su página de Instagram y se enojó porque él siguió adelante».
A medida que se desarrolló el debate, pareció dividir a los espectadores en dos bandos: aquellos que empatizaron con Pokimane y entendieron su malestar, y otros que sintieron que el hombre simplemente seguía adelante con su vida, tal vez sin ninguna intención de causar daño.
El incidente plantea preguntas más amplias sobre el respeto, los límites y la dinámica peculiar de las interacciones en las redes sociales, especialmente en el ámbito de los creadores de contenido y sus fanáticos. En un mundo donde las personas en línea están íntimamente conectadas con sus vidas personales, es probable que este tipo de situaciones continúen provocando discusiones y provocando fuertes emociones.









