La visita a Vallecas resulta muy incómoda habitualmente para un Celta que solo ha ganado en dos de las diecinueve ocasiones que ha acudido allí en Primera División. La última se remonta a 1996, cuando Íñigo Pérez y Claudio Giráldez cursaban primaria. Casi treinta años después, el entrenador céltico intentará romper por fin la racha negativa que mantiene contra los franjirrojos: un empate y dos derrotas. Un reto mayúsculo teniendo en cuenta los antecedentes de los celestes en este barrio madrileño. Ganar supone salir de la zona incómoda de la tabla.
Ambos equipos llevan una trayectoria muy similar de la mano de los dos técnicos más jóvenes de la categoría. El curso pasado, los gallegos finalizaron séptimos y los madrileños, octavos, por lo que se ganaron el derecho a disfrutar de las competiciones europeas. Esta campaña se mantienen empatados en la tabla, con cuatro puntos, aunque los celestes acumulan un partido más. A la cita de hoy se presentan con sensaciones un tanto diferentes, pues los rayistas vienen de caer por 2-0 ante Osasuna y los célticos, de sumar ante el Girona el cuarto empate consecutivo en este inicio de curso.
Esta tarde (14:00 horas, Movistar), tanto Pérez como Giráldez no podrán contar por lesión con una pieza importante en el eje de la defensa: Luiz Felipe y Marcos Alonso. Para el entrenador navarro, la situación en la zaga se complica un poco más al continuar lesionado el ghanés Mumin. Así, el neerlandés Vertrouwd apunta a la titularidad para formar pareja de centrales con el francés Lejeune. El técnico porriñés podría apostar en el once por un Starfelt que ya tuvo minutos ante los gironins después de superar un problema muscular.
La otra baja significativa en la expedición celeste es la de Williot Swedberg. El atacante sueco se lastimó un tobillo en uno de los últimos entrenamientos y tampoco viajó a Madrid, a la espera de que pueda recuperarse a tiempo para el estreno europeo del jueves en Stuttgart.
En Vallecas, donde continúa el mal ambiente entre una parte de la afición y la presidencia del club, el Celta intentará desactivar el juego vertical de los franjirrojos y dominar a través del balón. Para ello, será importante el dominio del centro del campo, donde volverán a coincidir seguramente el senegalés Pathé Ciss y el guineano Ilaix Moriba, dos especialistas en las recuperaciones y en imponer su poderío físico. Isi Palazón y Hugo Sotelo suman calidad técnica para generar superioridades.
En ataque, tanto Íñigo Pérez como Claudio Giráldez apuestan en este inicio de curso por jugadores de una gran movilidad, sin referencias claras para los centrales, lo que dificulta los marcajes y genera más confusión. Aunque en el caso de los celestes, la mitad de los goles los ha firmado un Borja Iglesias que ha aparecido como revulsivo en la segunda mitad. De cara, el Celta suele presentarse con Ferran Jutglà. El catalán hace muchas cosas bien pero le falla la puntería. Es el más rematador del equipo pero no se ha estrenado todavía como goleador en su regreso a la Liga tras su buen hacer en Brujas.
Aunque las rotaciones son una seña de identidad de Giráldez, el entrenador del Celta subrayó ayer que lo importante para su equipo es la Liga, por delante de la competición europea. Por ello, no se espera que el preparador porriñés reserve alguna pieza en Vallecas para que llegue más fresco a la cita del jueves en Stuttgart, en el estreno de la Liga Europa. Pese a ello, es probable que cuente con Aspas para la segunda parte, al igual que Borja Iglesias. El moañés apenas ha jugado en Vallecas. El curso pasado se lo perdió por unos problemas físicos. Para suplir al capitán, Hugo Álvarez aparece como alternativa, teniendo en cuenta que Giráldez ha señalado al joven ourensano como relevo para ocupar esa posición de enganche de la que ahora se encarga Aspas.
Por su parte, Rueda podría recuperar la titularidad en el carril derecho, lo que obligaría a Mingueza a desplazarse a la izquierda. por donde podría aparecer Carreira. En defensa, Carlos Domínguez es ahora mismo un fijo. Starfelt y Javi Rodríguez podrían acompañar al vigués en esta importante cita del Celta, para quien ganar en Vallecas es un reto mayúsculo.
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